viernes, 22 de agosto de 2025

Asertividad: hablar en amor

 

Hablar en Amor: El Poder de la Asertividad Cristiana

El apóstol Pablo, en su carta a los Efesios, nos exhorta a “seguir la verdad en amor” (Efesios 4:15). Esta frase sencilla encierra un principio fundamental para la vida cristiana y para nuestras relaciones: decir la verdad con claridad, pero siempre con amor. Dicho en términos contemporáneos, se trata de practicar la asertividad, que es la capacidad de comunicarnos de manera clara y firme, sin ser agresivos ni pasivos, sino respetuosos y empáticos.

La asertividad: entre la pasividad y la agresividad

La asertividad es el equilibrio entre dos extremos:

  • La pasividad, donde callamos por miedo o complacencia, dejando de expresar lo que sentimos o pensamos.
  • La agresividad, donde imponemos nuestra opinión de manera hiriente o desconsiderada.

El creyente no está llamado ni a ceder siempre ni a imponerse con dureza, sino a un camino más alto: hablar la verdad en amor. Así, la asertividad se convierte en una expresión práctica de obediencia a la Palabra de Dios.

Comunicación efectiva: decir la verdad con claridad

Hablar en amor no significa ocultar la verdad para evitar conflictos. Jesús mismo habló con claridad en cada situación: confrontó al joven rico sobre su apego a las riquezas, y corrigió a Pedro cuando pensó en términos humanos y no divinos. La comunicación efectiva nos enseña a ser claros, directos y sinceros, sin rodeos ni evasivas, porque la verdad libera (Juan 8:32).

Comunicación empática: decir la verdad con compasión

Pero no basta con hablar claro; también debemos hacerlo con empatía. Esto significa ponernos en el lugar del otro, reconocer sus sentimientos y mostrar sensibilidad. Jesús fue un modelo perfecto de empatía: al mismo tiempo que le dijo a la samaritana la verdad sobre su vida, lo hizo de manera que ella se sintió valorada y motivada a cambiar. La empatía hace que nuestras palabras no sean espadas que hieren, sino bálsamos que restauran.

Hablar en amor transforma

Cuando unimos efectividad y empatía, practicamos la verdadera asertividad bíblica. Nuestras palabras se convierten en un medio de edificación, no de destrucción. El resultado es que crecemos en madurez en Cristo y ayudamos a otros a hacer lo mismo.

Pablo lo resume magistralmente en Efesios 4:29:

“Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes.”

Beneficios de hablar en amor:

  • Fortalece las relaciones familiares y comunitarias.
  • Evita resentimientos y malos entendidos.
  • Promueve un ambiente de confianza y respeto.
  • Refleja el carácter de Cristo en nosotros.

 

Conclusión

El llamado bíblico a hablar en amor nos invita a una comunicación asertiva, efectiva y empática, donde la verdad no se oculta ni se impone, sino que se comparte con amor para edificación. Cada palabra que pronunciamos tiene poder: puede herir o puede sanar, puede dividir o puede unir. Por eso, la asertividad cristiana no es solo una habilidad social, sino un acto de fe y obediencia al Señor que nos llama a ser luz y ejemplo en medio del mundo.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario