miércoles, 15 de octubre de 2025

principios biblicos aplicados: Vivir de Acuerdo con la Naturaleza

 

3. Vivir de Acuerdo con la Naturaleza

Este principio se refiere a vivir de manera racional y en armonía con el orden del universo (Logos). La práctica es usar la razón para guiar las acciones y aceptar el flujo natural de los acontecimientos.

Se alinea con la creencia cristiana de vivir en armonía con la voluntad de Dios, quien es el Creador y la fuente de todo orden.  La Biblia revela un Dios personal que creó un mundo con un propósito y un plan.

Relación con la Biblia y Jesús:

·       Para el cristianismo, el Logos es Jesús mismo. El Evangelio de Juan comienza diciendo: "En el principio era el Verbo [el Logos], y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios" (Juan 1:1). Jesús, la Palabra hecha carne, es la encarnación de la razón divina.

·       Por lo tanto, "vivir de acuerdo con la naturaleza" para un cristiano es vivir en comunión con Cristo, seguir su ejemplo y obedecer los mandamientos del Creador, reconociendo que la creación tiene un orden y un propósito divinos.

·       Romanos 12:2: "No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta." Insta a los creyentes a no seguir los patrones del mundo. En su lugar, deben renovar su mente para alinearse con la voluntad de Dios. Esto es el equivalente cristiano de vivir en armonía con el orden natural, pero este orden no es un concepto abstracto, sino el plan perfecto de un Creador.

·       Colosenses 1:16-17 "Porque en él [Jesús] fueron creadas todas las cosas... Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten." Este pasaje identifica a Jesús como el agente creativo detrás de todo el universo. Él es el Logos a través del cual el mundo fue hecho y se mantiene. Por lo tanto, vivir en armonía con la "naturaleza" significa vivir de acuerdo con el propósito de Jesús, quien es la fuente y el sostén de toda la creación.

·       Gálatas 5:25 "Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu." El apóstol Pablo enseña que una vez que una persona ha sido transformada por el Espíritu de Dios, debe vivir en consonancia con esa nueva naturaleza espiritual. Esto implica dejar de lado las "obras de la carne" (impulsos irracionales) para seguir los frutos del Espíritu (virtudes), que son el verdadero reflejo de una vida en armonía con Dios.

Practica

Usa la razón: Ante un problema, usa tu lógica para resolverlo, en lugar de dejarte llevar por las emociones.  Esta lógica esta basada en que haría Jesús, o de que manera puedo agradarle a Dios en este momento

Amor Fati: Practica amar tu destino.  Si Dios lo permitió es bueno para ti.  Acepta y ve cada evento, incluso la adversidad, como una oportunidad para crecer.

La Visión desde Arriba, Esta es una meditación estoica.  Consiste en imaginarte a ti mismo, tus problemas, tu ciudad y tu país desde una gran altura, como si estuvieras flotando por encima de la Tierra.  El hacer distancia te permitirá ver las cosas con claridad.  (verlas desde donde el Señor las ve)

Visualiza tu problema desde una perspectiva mayor, mírala de una forma insignificante al frente de todo el universo, se vuelven insignificantes frente a la inmensidad del cosmos. Esta práctica te ayuda a aceptar tu pequeño lugar en el universo, nuestros problemas son temporales e insignificantes en el gran esquema de las cosas, lo que te permite recuperar la perspectiva y la calma.

Actuar con Propósito y en Armonía con el Todo, Vivir de acuerdo con el propósito implica usar tu razón para actuar de manera que beneficie no solo a ti mismo, sino a la comunidad y al mundo.

Considera el bien común. En lugar de actuar solo por beneficio personal, te preguntas: "¿Cómo beneficia esto a mi familia, a mis colegas, a mi comunidad?" La razón te guía a ser justo y a contribuir al flujo natural de la sociedad humana. Por ejemplo, en el trabajo, tu objetivo no es solo ganar dinero, sino también contribuir al valor que se crea para otros.

Considerar la Impermanencia Todo en la naturaleza nace, crece, florece y luego decae y muere. La práctica de meditar sobre la impermanencia es una forma de vivir en armonía con este ciclo natural. Consiste en recordar que las personas, los objetos y las situaciones que valoras son temporales.

Reconoce la fugacidad de todo, reduce el apego emocional y evita el sufrimiento que surge cuando las cosas cambian o terminan. Esto no es pesimismo, sino una aceptación tranquila y realista de la naturaleza del mundo. Por ejemplo, al disfrutar de una hermosa puesta de sol, te concentras en su belleza en ese momento, sabiendo que es pasajera.

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