Esquema de Autonomía y
Desempeño Deteriorados: Cómo Recuperar la Confianza y la Independencia
La
Terapia de Esquemas de Jeffrey Young identifica patrones aprendidos en la
infancia que condicionan la manera en que afrontamos la vida adulta. Uno de
estos patrones es el esquema de autonomía y desempeño deteriorados, que
surge cuando no se fomenta la independencia, la confianza en sí mismo o la
sensación de competencia.
El
mensaje interiorizado suele ser:
- “No puedes solo.”
- “Necesitas que otros te
guíen para no fracasar.”
- “Si tomas riesgos, será un
desastre.”
Este
esquema genera miedo al fracaso, dependencia de los demás y ansiedad ante la
responsabilidad, afectando la vida personal, laboral y espiritual.
1. Manifestaciones del esquema
El
esquema se expresa a través de varios subpatrones:
- Dependencia/Incompetencia: sensación de incapacidad
para manejar la vida sin ayuda externa.
- Vulnerabilidad al daño o
enfermedad:
miedo exagerado a accidentes, crisis, enfermedades o catástrofes.
- Fracaso: creencia de que
inevitablemente se fallará y que nunca se será competente.
2. Consecuencias en la vida diaria
- Paralización ante decisiones
importantes.
- Evitación de retos o cambios
por temor a equivocarse.
- Dependencia excesiva de
otros para tomar decisiones o actuar.
- Baja autoestima y sensación
de incapacidad.
- Ansiedad constante frente a
situaciones desconocidas o nuevas responsabilidades.
3. Estrategias para superar el esquema
A. Conductuales: acciones concretas
- Exposición gradual a
responsabilidades: asumir primero tareas pequeñas y luego retos
mayores.
- Toma de decisiones
consciente: decidir
por sí mismo en situaciones cotidianas para reforzar la independencia.
- Planificación de metas
realistas:
establecer objetivos alcanzables y medibles.
- Registro de logros: llevar un diario de éxitos,
por pequeños que sean, para reforzar la sensación de competencia.
B. Emocionales: fortaleciendo la confianza interna
- Desafiar pensamientos de
fracaso:
reemplazar frases como “voy a fallar” por “puedo aprender en el
proceso”.
- Regular la ansiedad: usar respiración profunda,
mindfulness o relajación progresiva frente al miedo.
- Construcción de
autoeficacia:
reconocer habilidades y recursos personales.
- Aceptar el error como
aprendizaje: ver
los errores como oportunidades para crecer, no como señales de
incompetencia.
C. Espirituales: fundamento en Dios
- Confianza en la providencia
divina:
reconocer que Dios cuida cada paso (Isaías 41:10).
- Fe frente al miedo: “Dios no nos ha dado
espíritu de temor, sino de poder, amor y dominio propio” (2 Timoteo
1:7).
- Dependencia sana en Dios: usar la ayuda divina como
fuerza, no reemplazo de la propia acción.
- Oración por valentía y
discernimiento:
pedir guía para tomar decisiones y afrontar riesgos con tranquilidad.
- Identidad en Cristo: creer que somos creados
competentes y equipados para cada propósito (Efesios 2:10).
4. Recuperando la autonomía
Superar
este esquema no implica rechazar la ayuda de otros, sino aprender a confiar
en las propias capacidades con el respaldo y guía de Dios. Cada paso hacia
la independencia fortalece la seguridad emocional y espiritual, fomentando
relaciones más sanas y decisiones más acertadas.
En
resumen:
- Conducta: asumir responsabilidades
gradualmente y registrar logros.
- Emoción: desafiar el miedo al
fracaso, regular la ansiedad y valorar los propios recursos.
- Espiritualidad: confiar en Dios como
sustento, buscar guía divina y reconocer la competencia que Él nos ha
dado.
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