miércoles, 10 de septiembre de 2025

superar el perfeccionismo

 

Esquema de Vigilancia e Inhibición: Cómo Superar el Perfeccionismo y la Represión Emocional

La Terapia de Esquemas de Jeffrey Young explica que muchas de nuestras dificultades actuales nacen en patrones aprendidos en la infancia. Uno de estos es el esquema de Vigilancia e Inhibición, que surge en entornos donde se exigía perfección, control emocional o un apego rígido a las normas.

El mensaje interiorizado fue:

  • “No muestres tus emociones.”
  • “Debes hacerlo todo perfecto.”
  • “El error merece castigo.”

Con el tiempo, estas creencias forman un estilo de vida rígido, marcado por autoexigencia, represión emocional y dificultad para disfrutar la vida con libertad.

 

1. Manifestaciones del esquema

El esquema de vigilancia e inhibición se expresa a través de varios subpatrones:

  • Negativismo/Pesimismo: centrarse en lo negativo y esperar lo peor.
  • Inhibición emocional: necesidad de reprimir sentimientos y espontaneidad por miedo a la desaprobación.
  • Estándares inflexibles/Hipercriticismo: creer que solo cumpliendo reglas y estándares elevados serás aceptado.
  • Castigo: considerar que los errores deben ser duramente sancionados, sin espacio para el perdón.

 

2. Consecuencias en la vida diaria

Vivir bajo este esquema puede producir:

  • Ansiedad constante y miedo al fracaso.
  • Bloqueo en la expresión de emociones genuinas.
  • Relaciones poco espontáneas y rígidas.
  • Autocrítica severa y falta de compasión hacia uno mismo.
  • Incapacidad de disfrutar logros, pues nunca parecen suficientes.

 

3. Estrategias para superar el esquema

A. Conductuales: nuevos hábitos de libertad

  • Ejercicios de imperfección: hacer cosas sin buscar que salgan perfectas (ej. enviar un escrito sin revisarlo diez veces).
  • Espontaneidad intencional: permitirse reír, jugar o hacer algo fuera de lo habitual.
  • Flexibilización de reglas: preguntarse: ¿esta norma es realmente necesaria o solo heredada?
  • Aprender del error: transformar cada equivocación en una oportunidad de crecimiento, no en una condena.

B. Emocionales: sanar la relación con uno mismo

  • Reconocer emociones: identificar lo que sientes en el momento, sin juzgarlo.
  • Exposición emocional gradual: expresar sentimientos con personas de confianza, rompiendo la represión poco a poco.
  • Reestructuración cognitiva: sustituir pensamientos como “si no es perfecto, no vale” por “lo suficiente también es valioso”.
  • Practicar autocompasión: hablarte con amabilidad, como lo harías con un amigo querido.

C. Espirituales: vivir bajo la gracia de Dios

  • Abrazar la gracia: recordar que la aceptación no depende de tu perfección, sino de la obra de Cristo (Efesios 2:8-9).
  • Romper la mentalidad de castigo: creer que en Cristo no hay condenación (Romanos 8:1).
  • Orar con transparencia: expresar a Dios todas tus emociones, como lo hicieron los salmistas, sin máscaras.
  • Celebrar la libertad en Cristo: “Donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad” (2 Corintios 3:17).
  • Cultivar gratitud: ejercitar el agradecimiento como antídoto frente al negativismo y pesimismo.

 

4. Vivir en equilibrio

Superar el esquema de vigilancia e inhibición no significa abandonar la responsabilidad ni caer en el descuido. Significa aprender a vivir con equilibrio, permitiendo que la espontaneidad, la compasión y la gracia transformen la rigidez en libertad.

Cuando comprendemos que los errores no son condena, sino parte del proceso de crecimiento, y que Dios nos acepta sin necesidad de perfección, comenzamos a vivir más ligeros y plenos.

 

En resumen:
El esquema de vigilancia e inhibición se vence con:

  • Conducta: practicar la imperfección, tolerar errores, flexibilizar reglas.
  • Emoción: identificar y expresar sentimientos, cultivar autocompasión.
  • Espiritualidad: abrazar la gracia de Dios, derribar la mentalidad de castigo y celebrar la libertad en Cristo.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario